Una tarde gris...para empezar como empezaría una mala novela.
Hace ya una semana que en R. Dominicana no hace más que llover. Parece que todo está tan triste que ni el sol se atreve a mostrarse.
Es curioso que cuando hace mucho que no llueve, el cuerpo, el alma y el corazón se alegren por esa agua bendita...y cuando no deja de llover, esta misma alma se empapa de lágrimas...
Que bueno salir a la calle y dejarse mojar por esa agua...que llena los poros de vida.
jueves, 21 de mayo de 2009
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